En muchas obras, como son la instalación de servicios públicos subterráneos, la construcción de sótanos profundos para edificios y la preparación de fundaciones de diques, el sulo debe ser excavado hasta cierta profundidad por debajo de la napa, de modo que se presenta la necesidad de eliminar o reducir a un mínimo la filtración de agua hacía la excavación.
Para captar la entrada de agua durante la excavacióm, o con preferencia, antes de iniciarla, se coloca un sistema de drenes. Se puede entonces excavar en seco, dando a las paredes de la excavación un talud adecuado, o bien, apuntalándolas con una entibación, cuando la circulación requiere que se hagan verticales.
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Apuntalamiento |
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En una excavación con dimensiones dadas, que se extiende hasta una profundidad determinada por debajo del nivel freático, la cantidad de agua que deberá extraerse y el tiempo requerido para drenar el suelo circundante, dependen de la permeabilidad y de la compresibilidad del suelo. En obras grandes es común que se tengan que realizar ensayos de bombeo, sin embargo, cualquiera sea la magnitud o importancia de la obra, el método de drenaje y la posición de los puntos en que el agua será bombeada requieren una consideración cuidadosa.
Métodos de drenaje
Para obtener resultados satisfactorios con el menor gasto, el método de drenaje debe ser adaptado a la permeabilidad media del suelo que circunda la excavación, a la profundidad a que ésta penetra dentro del nivel freático y, en obras pqueñas, al tipo de equipo de bombeo mas fácil de obtener en el lugar.
La tabla 1 siguiente indica los límites extremos entre los cuales, según la experiencia, varía el coeficiente de permeabilidad k dentro de un mismo depósito.
Según cual sea su coeficiente de permeabilidad, los suelos pueden dividirse en cinco categorías, tal como se muestra en la tabla 2. Muy raramente se encuentran suelos de alta permeabilidad, cuando se presentan alternan comúnmente con capas menos permeables.